martes, 13 de noviembre de 2007

¡¡GRACIAS A LA TIERRA!!


Todo parte por culpa del "monstruo de las tecnologías" y las nuevas formas de educación para los niños; se aprende en una sala, se hacen las tareas en una pieza, se juega frente a un televisor, se conversa frente a un computador, se trabaja con una máquina, nos relajamos con aparatos que generan música, nos divertimos con cosas electrónicas. Muy de a poco a los niños se les comienza a privar indirectamente de lo natural , de la belleza que existe a fuera de nuestras cuatro paredes y de la realidad que existe detrás de una pantalla.
La educación se ha olvidado de una herramienta que no se utiliza mucho en nuestra sociedad materialista, que es capaz de enseñar cinco veces mas de lo que se aprende en una sala de clases, y no estoy hablando de algún tipo de máquina , si no que me refiero a nuestro entorno natural , nuestras presiadas y poco exploradas áreas verdes.

Siempre me ha gustado mucho la naturaleza y he sostenido firmemente que es un excelente medio para enseñar y una muy buena fuente de aprendizaje sano para los niños, y no solo para ellos si no que para las personas, es por eso que elegí este tema, quizás este equivocada ya que es el profesor, el que estudio psicología y no se que otras cosas mas que lo han llevado a tener tal conocimiento en estas áreas, lo cual admiro mucho, pero no pierdo nada presentando mi punto de vista y mi proyecto educativo, por nombrarlo de algún modo.

La vida en la naturaleza es capaz de enseñarnos muchas cosas.
Como primero, es un ambiente simple, que nos lleva a usar nuestro cerebro e imaginar, jugar con lo poco que ofrece, correr y sentirse libre y relajado , escuchar el sonido del viento, ver árboles frondosos, coloridas flores, extraños insectos, nos rompe una rutina y nos invita a disfrutar de la vida.
Como segundo, vivir en la naturaleza, refiriéndome a acampar en ésta, nos obliga a trabajar en equipo, el compañerismo, estrechas relaciones humanas y darse cuenta lo necesario que son las personas que nos rodean para sobrevivir, valorar a las personas de una forma sana, y comprender que no podemos vivir solos en el mundo.
Como tercer punto, la naturaleza nos invita a asombrarnos de las pequeñas cosas que esta nos entrega, como un hermoso atardecer de colores anaranjados y rojizos, como, por la mañana se abren lentamente las flores y muestran su belleza y olores, nidos en los árboles, una noche cubierta de un manto azul, con cientos de estrellas y una enorme luna que nos brinda gratuitamente su plateada luz para no perder nunca de vista el camino, y tantas de miles de cosas que tiene nuestra tierra para ofrecerle a nuestros ojos y oídos.

Estas cosas y muchas más, son las que jamás se podrán aprender a través de un cuaderno de matemáticas ni de lenguaje , ni en un computador, y muchos menos en un colegio, en una sala de clases, etc.
Son cosas , que como dice el profesor, que se aprenden sólo y únicamente a través de la experiencia.

pd: cuando me refiero a profesor hablo de Rodrigo Robert, profesor de psicología evolutiva de la Andrés Bello

2 comentarios:

cambios dijo...

¡¡¡que buen punto de vista !!!

m.j. aldunate

Rodrigo Robert Zepeda dijo...

Estimadas:

Me sumo a la idea de que es una interesante idea el replantear la importancia de volver a nuestras raíces, al contacto con la naturaleza, con la pachamama. Comparto plenamente que es necesario que los niños vuelvan a sentir el olor a la tierra, al prado húmedo, a la brisa en sus rostros, creo que se necesitan estas experiencias para desarrollar la sensualidad, para aprender a valorar la naturaleza, para tener una conciencia más ecológica.
Como dice Maturana, tenemos que recordar nuestra condición de animales, tenemos que retornar al paraíso perdido, al mundo natural.
Es curioso que esto aparezca hoy en día como innovación educacional.

Saludos,

Rodrigo.